Juanjo Guijarro, El pastelero de Tudela

La confitería Guijarro es el establecimiento abierto más antiguo de Tudela de Duero, antes de pertenecer a la familia Guijarro, ya era una confitería, la tienda tiene más de cien años y sigue manteniendo su encanto.

Los abuelos de Juanjo empezaron su negocio en Tudela de Duero en 1924 y fue en el año 1936 cuando se hicieron cargo del local que actualmente sigue abierto al público, más de un siglo de historia entre cuatro paredes que podrían contarnos mucho de este pueblo.

Juanjo es la tercera generación que está al frente de la confitería, antes que él estuvo Antonio, su tío y antes de Antonio, Eleuterio, el abuelo.

Nuestro pastelero nació en Tiana, provincia de Barcelona por circunstancias de la vida, sus padres, Pepe y Julia, emigraron allí en 1959  y allí nació y se crió Juanjo.

Cuándo empezó su vocación es algo que ni el mismo Juanjo sabe, con once años dibujó como quería que fuera su obrador, a los 14 años, le dijo a su padre que el quería ser pastelero en su pueblo, intentó ir a la Escuela Gremial de Pastelería y Confitería de Barcelona (entonces todavía había gremios profesionales), pero como no estaba trabajando en ninguna pastelería y no pertenecía al gremio, no le admitieron. Así que su padre se convirtió en su maestro y fue él  quien le enseñó la base del oficio de pastelero. Pepe, el padre de Juanjo conocía el oficio porque el abuelo Eleuterio se lo enseño a sus dos hijos, Antonio y Pepe, solo que la confitería no daba para mantener a tres familias y ese fue el motivo por el que Pepe y Julia emigraron a Barcelona. Los años de experiencia y la curiosidad le siguen enseñando a Juanjo cosas nuevas cada día. Ahora el aprendiz se ha convertido en maestro y colabora con institutos impartiendo talleres y contando su experiencia a las nuevas generaciones. Juanjo está declarado artesano alimentario desde 1993, y fue el primer artesano declarado por la Junta de Castilla y León.

Cuando tenía 21 años, con el oficio recién aprendido, el tío Antonio llegó a la edad de jubilación y quien mejor que su sobrino, único de los Guijarro que había decidido seguir con la tradición familiar para sustituirle. Así que Pepe, Julia y Juanjo, se liaron la manta a la cabeza, vendieron la casa de Barcelona y volvieron a Tudela de Duero para que Juanjo pudiera hacerse cargo de la Confitería. Aunque no nació en Tudela, se considera tudelano de pies a cabeza, ya que aquí están sus orígenes y aquí lleva asentado desde 1985 y sin intención de moverse.

Si le preguntamos donde se ve dentro de diez años, nos cuenta que si no pasa nada extraño, seguirá endulzando la vida a los demás. De su oficio lo que más le gusta es la satisfacción de saber que la gente disfruta con sus elaboraciones y lo que menos le gusta son los madrugones, a los que sigue sin acostumbrarse a pesar de llevar más de 30 años levantándose antes de que salga el sol, la mayor parte de los días se levanta a las 4 de la madrugada y empieza en el obrador, a partir de las 10 de la mañana lo compagina con la tienda.

La confitería ha sido su primera y única tienda. Aunque ha tenido la oportunidad de montar pastelerías fuera de Tudela, no lo ha hecho, le gusta que se le identifique como el pastelero de Tudela de Duero. Eso es lo que le dijo a su padre «Quiero ser pastelero en Tudela, enséñame» y aquí está tantos años después, siendo el pastelero de Tudela.

Juanjo hace una pastelería muy tradicional, la de toda la vida, esa que nos trae recuerdos de la infancia, aunque a primera vista no ha habido cambios, desde el primer día en el obrador los ha habido y muchos y en los últimos años ha empezado a hacer productos endulzados con dátil en vez de con azúcar y con aceite de oliva en vez de manteca. Es posible que haga mas cosas nuevas, depende de la demanda…. el tiempo dirá.

Sus pastas de té son famosas en toda la región, las cañas se han convertido en un icono de las fiestas, que hay mas tradicional que terminar una buena comida con unas cañas o unos pasteles «de los de siempre» los de toda la vida, esos que te traen tan gratos recuerdos. Las tartas de Juanjo no tienen nada que ver con las tartas de pastelería moderna, esas que las ves y te da pena comértelas, no, las tartas de Juanjo piden a gritos que les hinques el diente, piden que les metas la cuchara y te las comas. Y nunca defraudan, sabes que estarán deliciosas, porque siempre lo están.

Actualmente gran parte de la producción de Juanjo viaja por toda España, ya que hace unos años que se dio cuenta de que la forma de comprar de los consumidores está cambiando y abrió la tienda OnLine confiteriaguijarro.com donde se pueden comprar muchos de los productos de la confitería, muchos tudelanos nostálgicos hacen sus pedidos cuando tienen ganas de sentirse como en casa y de esta forma pueden disfrutar de un trocito de Tudela.

Otro de los servicios que ofrece Juanjo es el reparto a domicilio, con una simple llamada al 983520243 o a través de WhatsApp puedes hacer tu pedido, Juanjo lo prepara y te lo lleva a casa, y lo más importante, sin perder la cadena de frío tan necesaria para los pasteles y tartas. Incluso puedes pagar con tarjeta, solo tienes que avisar a Juanjo para que se acuerde de coger el aparato.

Quizás los genes del abuelo Eleuterio le reclaman el acercar a la casa de sus clientes los dulces que con tanto cariño elabora, que cara pondría el abuelo si viera como ha modernizado su nieto la confitería! pero eso si, siempre sin perder la esencia tradicional, como le gusta decir a Juanjo, «Somos tradicionalmente modernos».

 

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